Hoy en la Biblioteca del centro hemos celebrado el Día de la Biblioteca Escolar con la lectura del pregón del año 2016 y con la primera cita de nuestros alumnos /as Biblio-ayudantes, que han acudido a la cita para incendiar los sueños.
En el segundo recreo hemos repartido los premios del concurso de Formación de Usuarios de la Biblioteca entre el alumando de 1º de ESO.
Puedes seguir leyendo el pregón de la escritora Ledicia Costas , Premio Nacional de literatura Infantil y Juvenil 2015.
No olvides completar la encuesta sobre la Bi blioteca , que tienes en el margen derecho de este Blog.
Pregón del Día de
Una
luciérnaga es una isla perdida en la noche más densa. Cien luciérnagas, una
constelación misteriosa que marca el rumbo hacia otros universos. Así, con esa
estrategia de luz, se organizan los libros que moran en las bibliotecas. Son
caricias fosforescentes que incendian los sueños y recomponen los corazones
grises hasta hacerlos recobrar su color rojo brillante. Cualquier individuo que
padezca el síndrome del corazón gris, debería ponerse en manos de un experto y
visitar una biblioteca.
Para
escribir un libro, además de hacer malabarismos con las palabras hay que ser
una desvergonzada o un loco. Un atrevido, una excéntrica descontrolada. Llevar
un calcetín de lunares, otro de rayas y los pelos de punta. Una cresta como las
que lucen las cacatúas sería un peinado muy interesante para un escritor. Solo
las mentes más disparatadas son aptas para escribir libros. Pero para
custodiarlas no es suficiente con tener un desajuste en los cables cerebrales.
Es indispensable ser de fuera. Un extraterrestre. Las bibliotecas albergan
seres con antenas giratorias, cerebros millométricos que memorizan
títulos rebuscados, rimbombantes, campanudos. Las personas que custodian libros
siempre me han parecido criaturas singulares. Están dotadas de extremidades
retráctiles que estiran y estiran hasta alcanzar aquel volumen al que parecía
imposible acceder. A continuación, como si nada, se recomponen y todo vuelve a
su posición natural. Parecen seres humanos, pero a poco que les observes
percibirás que no son de aquí. Una de las cosas que más me fascina de los
bibliotecarios es su cerebro. ¡Me parecen tan listos! Los libros fabrican
pensamientos. Pasar tantas horas dentro de una factoría de ideas es bueno para
tener un corazón rojo y brillante y una cabeza repleta de planes fantásticos.
Alguien
me han contado que el 24 de octubre es el Día de la Biblioteca. Sería
genial organizar una fiesta con confeti y pompas de jabón. Celebrarla por todo
lo alto. Me encantaría vestirme para tal ocasión como el personaje de algún
libro, sentarme en la mesa de una biblioteca de la ciudad donde vivo y esperar
a que fueran a visitarme. En las bibliotecas puedes ser quien tú quieras. Desde
Mary Poppins hasta Matilda, Atreyu, Drácula o incluso Pippilotta Viktualia
Rullgardina Krusmynta Efraimsdotter Långstrump. Puedes ponerte botas de pelo,
plumas, zancos y sombreros. ¡Sombreros! ¡Eso es! Imagino a una pequeña lectora
acercándose a mí discretamente, atraída por los colores y formas de mi
sombrero:
—Sombrerera
loca, ¡qué fiesta más maravillosa! ¿Sería tan amable de servirme una taza de
té?
Yo
se la serviría con mucho gusto, poniendo cara de mujer refinada, y luego ambas
haríamos ruido al tragar. Sonaría algo parecido a glup glup glup. Y antes de
que nos diese tiempo de romper a reír de forma desenfrenada, aparecería el
bibliotecario, como surgido de la nada, que para eso poseen la facultad de
materializarse delante de ti en el momento más inoportuno, y nos advertiría de
que las bibliotecas no son merenderos. Hay que reconocer que son únicos
custodiando tesoros. Extraterrestres con el corazón rojo y brillante. Qué cosa
tan extraordinaria. ¡Feliz Día de la Biblioteca !
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