Recientemente nuestro alumnado ha estado de
intercambio en Países Bajos. Intercambio que se realiza en nuestro centro desde
hace varios años con éxito. Por eso, este mes hemos seleccionado para nuestro
Blog la Leyenda del Holandés Errante. Puedes dejar tu comentario después de
leerla.
Según cuentan, el holandés Vanderdecken era el capitán de una
embarcación que se vio envuelta en una feroz tormenta y, a pesar de las súplicas
de sus tripulantes de volver a puerto, decidió continuar la travesía. Pero eso
no fue todo. El capitán se ató al timón del barco y comenzó a entonar cánticos
desafiando el poder de Dios. Según la historia, en ese momento, una figura
asociada con Dios descendió del cielo y condenó al capitán a vagar eternamente
los mares entre tormentas y tempestades. Aunque son muchas las leyendas que
circulan sobre este capitán y su barco, no está claro ni el nombre del capitán,
ni de cuando data la historia.
Lo que sí sabemos, es que hay registrados
avistamientos de un buque fantasma maldito surcando los mares. Como el del navío
inglés Bacchante en 1881, que según sus cuadernos de bitácora el Holandés
Errante se cruzó en su proa y apareció una extraña luz roja. Unas treinta
personas aseguran haber visto los mástiles y velas de un bergantín, pero nunca
pudieron confirmar que se trataba del Holandés Errante, ni de su capitán
condenado a vagar eternamente por los océanos en castigo a su osadía y soberbia.
Fuente: https://www.pasionporelmar.com/es/noticia/la-leyenda-del-holandes-errante/3870
Desafiar a las tormentas y a los dioses nunca ha sido recomendable. Aunque tampoco lo es creer en fantasmas, vayan en barco o flotando.
ResponderEliminarLo que es osadía para unos, soberbia para otros. Me quedo con la osadía del scapitán que se quiso atar al timón y desafiar la tormenta. Admiro la determinación de enfrentarse al peligro a riesgo de perecer en él. Tal vez lo injustificable es el arrastrar a la tripulación a la muerte.
ResponderEliminarLeyendas de marineros, buques y tempestades, 3 ingredientes perfectos para una aventura en la mar.
ResponderEliminarCómo en la vida misma, hay que tomar decisiones, seguir nuestra ruta con la ilusión de superarnos o regresar al puerto más cercano, a lo conocido de siempre. Nosotros decidimos.