Comenzamos este mes de octubre con una leyenda italiana. Recientemente profesores del IES Clara Campoamor Rodríguez han visitado este país para realizar cursos de formación y este curso, una vez más nuestro alumnado hará una movilidad a Castel de San Giovanni y además este mes de octubre nos visita el alumnado y profesorado de Bolonia, somos anfitriones. Viajamos también desde nuestro blog a Italia con una bella y triste leyenda titulada "La madre del vino".
Cuentan las viejas mujeres de los pueblos italianos que hace mucho tiempo, la vid no producía ningún fruto por estas tierras. Era una planta inútil, completamente estéril.
Un día, un campesino decidió arrancar las vides que había en su campo, pues no sacaba beneficio de ellas. Cortó todas y cada una de estas ramas, dejando la vid como si fuera un tronco huérfano, un muñón. La vid, al verse completamente desnuda comenzó a lamentarse sollozando de forma desgarradora. El problema es que no salían lágrimas de ella.
Mientras se lamentaba una y otra vez por su horrible final, ningún ser de la naturaleza la escuchaba; y es que estaban todos muy atentos a los cantos del ruiseñor, que al oscurecer cantaba una melodía de lo más hermosa.
Observando al ruiseñor pensó “Si este hermoso pájaro me ayudara a llorar, seguramente mis hojas volverían a crecer”. Así, la vid llamó la atención del pequeño parajillo suplicando y pidiendo su ayuda. El ruiseñor, que se caracterizaba por tener el corazón tierno e ingenuo como el de los poetas, aceptó y decidió ayudarlo.
El ruiseñor se posó sobre la vid, clavando sus finas uñas en su corteza y comenzando a cantar. Su dulce melodía dejó a toda la naturaleza en silencio. De repente, hasta las estrellas comenzaron a llorar, y sorprendentemente la vid comenzó a crecer y a dar señales de vida con pequeñas hojas que aparecían en su tronco.
Noches tras noche el ruiseñor se acercaba a la vid y cantaba para ella, consiguiendo con ese mágico cántico que la destrozada vid obtuviera fuerzas suficientes para crecer.
Poco a poco la vid comenzó a tener más brazos, más hojas y más planta. Así, el pajarillo revoloteaba paseando sobre las mismas. No obstante, la traicionera vid decidió pagarle con una moneda muy diferente. Una noche, mientras el ruiseñor cantaba, lo atrapó entre una de sus ramas sin dejarle marchar. Se quedaría ahí hasta siempre y moriría junto a ella.
El pájaro estaba desesperado “¿Así me pagas?”. La vid no parecía hacerle caso alguno. El pajarito, finalmente murió atado a la vid.
No obstante, las estrellas, que fueron testigo de todo lo acontecido, decidieron dar un final mejor a este ser. Así, convirtieron al pequeño ruiseñor en un fruto. Un dulce fruto que embelesaría a todo aquel que lo probara. Las estrellas convirtieron al pájaro en uva.
Las leyendas explican sobre todo las relaciones humanas; aquí la ayuda desinteresada y la respuesta desagradecida. También una alabanza a los frutos de la naturaleza creados a partir de un acto de misericordia.la y a sigue teniendo un corazón tierno!!
ResponderEliminarOhhhh el ruiseñor siempre muere por amor.
ResponderEliminarLa traición, ¡qué gran tema literario y qué escollo tal vez insalvable en las relaciones humanas!
ResponderEliminarYo creo que este relato nos hace recordar que las acciones desinteresadas sin esperar nada a cambio o la empatía, pueden llevar a finales muy sorprendentes y gratificantes, incluso en las que la traición parece inminente. Creo que debemos ofrecer nuestra ayuda siempre que podamos aunque no sepamos con qué intenciones nos piden ayuda. Pienso que ese es el único propósito que debemos de tener en nuestras vidas, el ser agradables con el resto de seres.
ResponderEliminarNo me esperaba que le fueran a traicionar de esa manera al pobre pajarito. Sara
ResponderEliminarPienso que está mal el hecho de que el pájaro le ayudaré luego y luego el árbol le traicionará pagándoselo así y dejándolo morir.
ResponderEliminarEsta leyenda me hace valorar el tener personas fieles ya que como aquí hace referencia hay que tener cuidado con que tipo de gente te relacionas ya q te pueden traicionar.
ResponderEliminarAlba.Nos habla sobre la traición de las personas y como la gente inocente y desinteresada aun ayudando a una persona la traicionan por interés propio.Por lo que hay q buscar el bien común pero siendo ingenuos.
ResponderEliminarComo el árbol puede ser tan egoísta!! Encima de que el pájaro le ayuda, le traiciona de esta manera.
ResponderEliminarAlba
EliminarEl altruismo del ruiseñor, al dar su ayuda a la vid sin esperar recompensa alguna, es aquello que debemos destacar en la obra. Que a pesar de la traición, para las estrellas, esa divinidad que todo lo ve, lo que al final peso para ellas fue la ayuda que le ofreció a la vid y no la traición de la misma, dándole la recompensa de ser por siempre recordado por cualquiera que comiera el fruto de aquel que lo traicionó.
ResponderEliminarPor eso lo importante y moraleja que hemos de sacar de la lectura es que, al final, lo que vamos a recordar son los buenos actos a pesar de que quienes los llevan acabos acaben siendo traicionados.
Paula
Me ha sorprendido cómo acaba el relato, ya que no esperaba que le traicionara de esta forma, a pesar que el risueñor le dio su apoyo incondicional sin esperar nada a cambio.
ResponderEliminarTriana
Darius. Este corto relato sirve para pensar sobre la traición y sobre hacer cosas esperando algo a cambio, también para saber valorar las cosas que tenemos.
ResponderEliminarQue traición por parte del vid, refleja mucho la realidad de las relaciones humanas, pero menos mal que las estrellas compensan al ruiseñor después de morirse
ResponderEliminarClaudia