Para conmemorar el Año Nuevo chino, se ha seleccionado una fábula china titulada "La parábola del estudio". Este 2023 es el año del Conejo de Agua. Para la comunidad china es un día muy especial. Es una celebración tan importante como la Navidad o el Año Nuevo de nuestra cultura occidental. Los que nacen en este periodo son prudentes, inteligentes, afables, discretos, previsores, atentos y benevolentes. Por eso el signo del conejo es muy valorado. Puedes dejar tu opinión sobre el cuento a final de la entrada.
Foto tomada en la Plaza del Pilar de Zaragoza
Ya tengo setenta años-dijo dijo el duque Ping de Dsin a su músico ciego, Shi Kuang-. Aunque quisiera estudiar y leer algunos libros, creo que ya es demasiado tarde.
- ¿Por qué no enciende la vela? - sugirió Shi Kuang.
- ¿Cómo se atreve un súbdito a bromear con su señor?- exclamó el duque enojado.
- Yo, un músico ciego no me atrevería- protestó Shi Kuang-. Pero he oído decir que si un hombre es estudioso en su juventud, su futuro será brillante como el sol matinal; si se aficiona al estudio en su edad media, es como el sol de mediodía; mientras que si comienza a estudiar de viejo, es como la llama de la vela. Aunque la vela no es muy brillante, por lo menos es mejor que andar a tientas en la obscuridad.
El duque estuvo de acuerdo.
Jardín de las anécdotas.
Nunca es tarde para aprender. Y lo mejor, no parar de querer aprender.
ResponderEliminarSi en la infancia y en la adolescencia prende el gusto por la lectura, el bagaje vital adquirido será inmenso, pues con la lectura se duplica la experiencia y vivencia de la realidad.
ResponderEliminarNo es necesario apagar la luz del otro para que brille la mía 🌟
ResponderEliminarLas metáforas de cada etapa de la vida en esta fábula llena de sabiduría por su sencillez son 3,la juventud=sol, la madurez=atardecer y la vejez=luz de la vela. ¿Qué quiere decir el autor con esta disminución de la luz del aprendizaje?
ResponderEliminarPues que aunque seas viejo puedes estudiar, a pesar de que falle tu memoria, que aún siendo mayor, la voluntad para aprender y abrirse a otros mundos e ideas es imprescindible para ser luz de vela como guía para los demás.
Muchos abrazos y muchas gracias por seleccionar esta fábula. Recuerdos de Carmen Guíu
Nadie es ni demasiado mayor, ni demasiado joven para aprender. Siempre se puede aprender algo nuevo y hay que estar abierto a recibir nuevos conocimientos. Porque incluso una persona anciana puede aprender algo nuevo.
ResponderEliminarNunca es tarde para aprender algo nuevo, en la frase que nos comenta “Pero he oído decir que si un hombre es estudioso en su juventud, su futuro será brillante como el sol matinal”, estoy de acuerdo, pienso que si te esfuerzas puedes conseguir muchas cosas en un futuro.
ResponderEliminarA pesar de la edad, siempre se puede aprender algo nuevo y transmitir los conocimientos a otras personas. Si empezamos a curiosear cuando somos jóvenes, cada vez iremos adiquiriendo más conocimientos sobre distintos temas y poder transmitirlos de generación en generación.
ResponderEliminarLa edad no importa nunca es tarde y siempre se pueden aprender cosas nuevas
ResponderEliminarLa parábola del estudio, para mí, trata sobre lo que podrías hacer y no haces, sobre lo que está en potencia: sea leer, aprender, o cualquier otra cosa. Cuando materializamos nuestros deseos es cuando conseguimos la verdadera felicidad
ResponderEliminarHas dado en el clavo. ¡Genial!
EliminarSiempre se pueden aprender nuevas cosas porque nunca es tarde si lo intentas.
ResponderEliminarsiempre es bueno aprender
ResponderEliminarNunca es tarde para poder aprender siempre y cuando queramos hacerlo
ResponderEliminarCada vez que el autor habla de las fases del sol, hace referencia a cada estapa de la vida, tambien hace alusion a que nunca es tarde para aprender, tengas la edad que tengas, aprender es algo que te aporta conocimientos nuevos.
ResponderEliminarNunca es demasiado tarde para estudiar y leer, pues su beneficio nos reporta sin duda conocimiento, "luz" y "brillo" a nuestras mentes jóvenes, maduras o mayores. Por ello, la educación, el aprendizaje, el estudio o la lectura deben tener la oportunidad de ser permanentes desde la infancia y llegar a todos como la luz del sol.
ResponderEliminarYolanda Navarro Lafita
De siempre me ha gustado la cuentística oriental con sus fábulas y enseñanzas. Mi madre me leía un cuento troquelado que aun conservo: O-Yuki, la cieguecita, que leí hasta interiorizarlo e incorporarlo a mi ADN. La ceguera suele ser una metáfora pues los invidentes, por contra, son los que ven cosas que los videntes no ven.
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