Este mes hemos seleccionado un fragmento del libro autobiográfico de Luis Buñuel, universal cineasta aragonés, de su libro de memorias titulado Mi último suspiro (1982).El fragmento nos habla de sus experiencias en la grabación de su película Las Hurdes.
"Había en Extremadura, entre Cáceres y Salamanca, una región montañosa desolada, en la que no había más que piedras, brezo y cabras; Las Hurdes. Tierras altas antaño pobladas por bandidos y judíos que huían de la Inquisición.
(...) Un día, en Zaragoza , hablando de la posibilidad de hacer un documental sobre Las Hurdes, con mi amigo Sánchez Ventura, éste me dijo de pronto:
- Mira, si me toca el gordo de la lotería, te pago esa película.
A los dos meses le tocó la lotería, no el gordo, pero sí una cantidad considerable. Y cumplió su palabra.
Ramón Acín, anarquista convencido, daba clases nocturnas e dibujo a los obreros. En 1936, cuando estalló la guerra, un grupo armado de extrema derecha fue a buscarlo a su casa en Huesca. Él consiguió escapar con gran habilidad. Los fascistas se llevaron entonces a su mujer y dijeron que la fusilarían si Acín no se presentaba. Él se presentó al día siguiente. Los fusilaron a los dos.
Para el rodaje de Las Hurdes (Tierra sin pan) hice venir de París a Pierre Unik para que me sirviera de ayudante y al cámara Elie Lotar.
(...) Durante el rodaje, salíamos todas las mañana antes del amanecer. Después de dos horas de cocha, teníamos que segur a pies, cargados con el material.
Aquellas montañas desheredadas me conquistaron enseguida: Me fascinaba el desamparo de sus habitantes, pero también su inteligencia y su apego a su remoto país, a su "tierra sin pan". Por lo menos en una veintena de pueblos se desconocía el pan tierno.
(...) Después del rodaje, sin dinero, tuve que hacer el montaje yo mismo, en Madrid, encima de una mesa de cocina. Como no tenía moviola, miraba las imágenes con lupa y las pegaba como podía. Seguramente descarté imágenes interesantes por no verlas bien. .
Hice una primera proyección en el "Cine de la Prensa". La película era muda y yo la comentaba por el micrófono.
En este curso que estamos dedicando al cine,¿cómo no hacer mención de este gran cineasta aragonés, reconocido en todo el mundo? Los tambores de Calanda resuenan con fuerza en los momentos de máxima tensión en muchas de sus películas. Un clásico para no olvidar en esta Semana Santa que este año se celebra en abril.
ResponderEliminarBuñuel grabó ese vídeo de las Hurdes para mostrar sus costumbres, su forma de vida en la pobreza. Es probable que a alguno de esos actores improvisados, les ofreció Buñuel, la alegría de actuar para la cámara, de esa forma volvemos a entender que el cine siempre crea ficción de la realidad, pues muchas de las acciones grabadas, estaban pautadas por el director, Buñuel. Los tambores de Semana Santa le atraían, porque adoraba el estruendo de la tormenta, la sinfonía inagotable de truenos que rompen los redobles, el pulso seco del bombo. Las películas de Buñuel, como esta grabación de Las Hurdes son auténticas tormentas y rayos con su fuerte denuncia social.
ResponderEliminarEl genio de Calanda, como el genio de Fuendetodos, saben acercarnos a la realidad -sea la que sea-, de una forma única, original e inigualable. El poder de la imagen, sublimado por las ideas.
ResponderEliminarFue una película memorable que muestra como incluso en las condiciones más duras el hombre es capaz de mantener su dignidad.
ResponderEliminarLa película documental de Las Hurdes expuso al mundo entero con realismo, la dureza de la vida en algunos territorios españoles, el hambre y la escasez de oportunidades para sobrevivir. Incluso nuestro gran cineasta paso penuria, un premio en la lotería de su amigo abrió su ventana para filmar. incluso en los momentos más duros, nunca hay que tirar la toalla, todos los días sale el Sol y tenemos que estar despiertos para vivir
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